DANZA ORIENTAL

En Mente Bio bailamos y bailamos para despertar a nuestra energía divina interior y la exteriorizamos a través de la Danza Oriental. 

Su origen data del Imperio Egipcio, por lo menos es lo que hoy en día se cree, donde las sacerdotisas bailaban en los templos como ofrenda a los dioses. Con sus vientres desnudos ante la luna para acceder a la energía e influjo lunar. Danzas de fertilidad, fecundidad o alumbramiento formaban parte del repertorio ritual.

Los pueblos nómadas, que viajaban en caravanas, fueron los que dejaron su huella de identidad y enriquecieron sus danzas con otros lenguajes que iban aprendiendo.

Es una danza milenaria, uno de los bailes más antiguos que existen. Todos los movimientos nos enseñan a disociar y controlar el cuerpo, las caderas, torso y brazos mediante giros, desplazamientos, braceos, floreos, etc.

Desde Mente bio contamos con la maravillosa bailarina y profesora Ana Salas, nos da su propia versión de sus clases y didáctica:

«Es uno de los bailes más antiguos que existen…lo que muchas personas no saben, es que a través de esta danza puedes llegar a conectar contigo misma, y de la forma más sencilla que hay, que es conociendo tu cuerpo. Siempre intento hacer comprender a mis alumnas/os que todo lo que aprendemos es para nosotras, para sentirnos con seguridad, realizadas y fuertes. Nos ayuda a aliviar el estrés, y de esa única manera es cuando sacan el 100% de ellas/os mismos. Esta danza es más que una danza, es acercarse a una cultura nueva, estudiar unos ritmos totalmente diferentes a los habituales, conectar con otros instrumentos y vibrar con ellos, aprender a manejar instrumentos de fantasía como los velos entre otros, controlar los movimientos de tu cuerpo experimentando la activación de músculos que no sabías ni que existían y así aprender e interiorizar  toda la técnica que trae esta danza….y lo más importante aprender a transmitir las emociones, que es un punto importante e imprescindible que trabajo en mis clases de una forma amena y divertida «.

Nos ofrece numerosos beneficios como por ejemplo, la armonización de las emociones, la tonificación del cuerpo y el autoconocimiento.

Esta danza está abierta a cualquier mujer, sin condición y sin importar la edad.

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