Si tienes problemas para dormir bien o conciliar le sueño y la paciencia se te agota, si cada vez que te levantas por las mañanas necesitas un «chute» de café para sobrevivir en tu día a día, prueba alguna de estas alternativas. Sigue leyendo.
¿Quién no ha comprobado el poder relajante de un baño calentito? Ya sabemos por muchas culturas y por experiencia propia que el agua tienen un poder curativo y relajante que a veces infravaloramos, cuando es un vehículo de eliminación de toxinas y de tensiones que todos tenemos a nuestro alcance, o por lo menos la mayoría.
La hidroterapia es un método terapéutico que utiliza el agua, fría o caliente, al actuar sobre la piel, produce por reflejo nervioso una aceleración de los movimientos respiratorios que favorecen la ventilación pulmonar. Ya hemos visto en artículos anteriores la importancia que tiene la respiración y la relajación en sí misma para el óptimo funcionamiento de los pulmones y así oxigenar nuestra sangre.
La piel actúa como un tercer pulmón, y es muy importante este dato, hay ejercicios respiratorios específicos que se denominan “respiración cutánea” y se basan en poder sentir la inhalación y la exhalación a través de la piel.
La piel tiene una función absorbente, que introduce dentro de nuestro organismo parte del oxígeno que necesita. Una piel limpia permite una buena oxigenación. Así que debemos de entender que no solo respiramos por la nariz sino también por nuestra piel y por ello que un baño relajante logre traer tanta paz y armonía a nuestro espíritu. Los poros de la piel también eliminan toxinas y tensiones, no lo olvides.
En toda cultura ancestral el medio líquido tiene mucha importancia. Ya la ciencia nos explica que los primeros seres vivos surgen del agua, y sin ir tan lejos cada uno de nosotros y nosotras pasa sus nueve primeros meses en el agua, un baño lleno de sales minerales. Traemos buenos recuerdos al presente cuando nos metemos en un baño caliente relajante, con espuma y burbujas o aromas. Nuestra memoria genética es tan fuerte que inconscientemente sentimos relax y placer cuando nos sumergimos en el agua calentita.
Baño relajante para conciliar el sueño
Después de un día movidito, en el que las tensiones siguen ocupando tu mente, si encima llevas días sin dormir bien con el sueño agitado y sientes tus músculos agarrotados, créeme que no te encuentras en disposición de hacer cualquier meditación, ni ganas de visualizar cada chakra ni activar los hemisferios cerebrales, lo que quieres es desprogramar toda la información de ese día con un verdadero gustazo.
Para estos días en los que no pegas ojo pero te encuentras extenuada y no puedes ni con tu alma, te propongo que te metas en la bañera.
Antes de buscar el relax en el agua, dúchate rápidamente para quitarte las toxinas y abrir tus poros de la piel, si puedes enjabonarte con un guante de crin mucho mejor, así podrás absorber los principios de las plantas o hierbas que utilices.
Llena la bañera con agua caliente a unos 37º C, un poquito más caliente que la mano y añade una de las alternativas:
- 10 gotas de aceite esencial de lavanda (la reina del relax).
- 7 gotas de aceite esencial de sándalo y 3 de aceite esencial de mejorana.
- 7 gotas de aceite esencial de manzanilla y 3 de aceite esencial de albahaca.
- 1 cucharada de aceite aromático de los que venden ya preparados en el mercado. Elige el que más te guste pero que sea de calidad.
Si todo esto te parece un embrollo y quieres algo más sencillito, seguramente tengas manzanilla, tila u otras hierbas de andar por casa en bolsitas, pues úsalas para tu baño añadiéndolas sin más. Si las tienes a granel introdúcelas en alguna bolsita de tela o en un colador cerrado de té o, si no tienes nada de esto, directamente en infusión mezclándolo con el agua de la bañera. Por ejemplo, una infusión de manzanilla (media taza de hierbas para dos tazas de agua hirviendo) añádela al agua de la bañera y sentirás poco a poco el efecto calmante. Puedes mezclar también tilo con salvia o manzanilla con pétalos de rosa
Si optas por infusión casera vierte las hierbas o ya la infusión en la bañera al principio, pero si eliges los aceites es mejor que los viertas cuando la bañera esté medio llena o cuando vayas a meterte dentro porque pueden evaporarse muy rápido.
Ya solo tienes que meterte en al agua, estirarte si el tamaño de la bañera te lo permite, deja que el agua te cubra, cierra tus ojos y respira profundamente. Recurre a algún ejercicio sencillo de los que te hemos aconsejado en alguna ocasión y déjate fluir. Absorbe el olor de las hierbas mediante las respiraciones profundas. Toma conciencia de las propiedades del agua y de las hierbas elegidas, no opongas resistencia y siéntete como si estuvieras flotando en un lago, introduce la visión del cielo azul o estrellado en tu mente.
Coloca tu mano izquierda sobre el plexo solar (entre el pecho y el abdomen) hazte un masaje en sentido horario, mantente en el agua 10 minutos, luego sal y toma conciencia plena sobre el acto de secarte suavemente. Envuélvete en una toalla o albornoz de algodón y vete a dormir o a descansar en solitario para asimilar los efectos relajantes.
Baño de pies relajante antes de dormir
Si estás tan cansado que no te apetece meterte en la bañera y lo único que quieres es ponerte delante del televisor para ahogar tus penas, no pasa nada, añade un baño relajante para los pies.
Mientras estás sentado o sentada haciendo cualquier otra actividad, mete tus pies en un relajante baño de sales minerales y plantas.
Además ten en cuenta que en la planta del pie se refleja todo nuestro organismo, los ojos, los riñones, los intestinos, la columna vertebral, el sistema nervioso; por ello que nuestras funciones vitales pueden verse relajadas a través de la planta del pie. Un baño de pies hace que el organismo se beneficie.
En un barreño o palangana pon agua caliente a unos 37ºC, de tal forma que puedas introducir los pies y te llegue hasta los tobillos. Antes de meterlos es mejor que te los laves para eliminar impurezas y toxinas, de esta forma los poros estarán más abiertos para absorber los principios activos.
Puedes añadir al agua alguna de las recomendaciones anteriores del baño relajante pero reduciendo las cantidades ya que ahora utilizas menos agua.
Una infusión de lavanda puede ahora ser suficiente, si no tienes hierbas o plantas mete un puñado de sal marina, así quedarán muy purificados.
Este baño puede durar todo el tiempo que estipules necesario siempre y cuando vayas renovando el agua para que esté siempre más o menos a la temperatura de 37º C.
Ya sabes, intenta dejarte sentir por el agua y ya verás los efectos relajantes que te brinda…la hidroterapia es estupenda para poder conciliar el sueño perdido.