Hoy en día sabemos de la existencia del estrés porque lo padece un elevado número de personas, de hecho lo consideran como una de las enfermedades del siglo XXI.
Lo tenemos tan presente en nuestra sociedad occidental, y con ello no quiero decir que no exista en otras sociedades, que hablamos de él con mucha naturalidad, en esas situaciones en las que la prisa se hace con nuestro día y decimos rápidamente: “Ay que me estreso”…o cuando alguien nos induce a esa prisa como agente externo recurrimos a “ya voy, ya voy no me estreses”. En ese momento te recomiendo que te digas «Estrés cero» o «Prisa mata» como dicen en Marruecos.
¿Sabemos realmente qué es el estrés?
De cierta manera vivimos con él pero…¿Sabemos identificar su riesgo?
Hace un tiempo me topé con esta valiosa información que te muestro ahora y a la cual dediqué un buen tiempo a leerla y, sobretodo, a interiorizarla.
El ser humano nace programado para conservar el equilibrio y para conservarse con vida, a medida que vamos creciendo intentamos adaptarnos a cada nueva situación, así va funcionando nuestro cerebro.
Es el estrés el que surge para ayudarnos o no en esa adaptación, destapa determinadas respuestas que se dan lugar en nuestro cuerpo y llega a definirse como: “Síndrome General de Adaptación”:
“El estrés es una respuesta no específica del cuerpo a cualquier demanda hecha sobre él. Los factores productores del estrés, llamados estresores, son muy variados y diferentes, pero todos ellos esencialmente disparan la misma respuesta biológica…”Dr. Hans Selye.
Cada persona reacciona de forma muy distinta ante los cambios inesperados que pueden desencadenarse por estímulos externos como ruido excesivo, cambios de temperatura, polución…o estímulos internos y emocionales como la insatisfacción, la ira, la ansiedad, la soledad…en la mayoría de ocasiones estímulos tanto externos como internos van de la mano.
Por ejemplo: trabajo en una oficina y vamos en coche, la salida de autovía que acostumbro a coger está amontonada de coches a la espera, me pongo nerviosa y empiezo a sudar porque tengo una reunión importantísima a primera hora y tengo que presentar unos informes que hay que imprimir y voy a retrasarme aún más. Empiezo a tocar el claxon y a gritar desesperada, es mi 5º chakra el que se manifiesta y mi hígado cargado de ira el que me representa…grito y grito como una descosida y así mi día, difícil ya de por sí, acabo convirtiéndolo en una jungla que atravesar.
Dos opciones o aprendo a relajarme y controlarme o dejo el trabajo y me busco otro.
Una clasificación distinta del Estrés:
A ver, nunca recomiendo a nadie lo que voy a decir a continuación, pero si llegamos a este momento donde pienso que voy a explotar, lo mejor es convertir el estrés en nuestro mejor aliado para que el organismo deje de combatir con todo lo que le rodea y pueda resolver problemas, hacer frente a imprevistos o retos personales…este es el estrés útil.
¿Por qué digo que no se lo recomendaría a nadie? Pues porque creo que lo mejor es tener una filosofía de vida bio, es decir, saludable en todos los ámbitos…pero como esto te lo dan los años y mucha práctica de Yoga, meditación y Chi Kung pues mientras utiliza tu razón para encomendar al estrés hacia el eustrés (buen estrés).
a) Eustrés o estrés positivo
La vida con eustres es como si hablamos en medicina tradicional china o medicina tradicional india de la felicidad y su sensación y el sentirse completo o completa con nuestro interior y el mundo que nos rodea. Es nuestra actitud e intención ante las circunstancias que llegan o atraemos: es placer y disfrute, alegría, amor, afecto, creatividad, deporte y ejercicios energéticos y así todo lo que me rodea lo transformo en agradable y mi yo en un ser sensible y tierno. No es broma lo que estoy diciendo ni es un mensaje que pretende taladrar tus pensamientos…es psicología y es filosofía; poco a poco iremos profundizando.
Las emociones comienzan a ser más positivas y se siente a tú alrededor, reuniones agradables, espera con calma, se logran los objetivos en nuestra vida y nos beneficiamos de manera natural, nuestra comunicación con el entorno es más fluida tanto la verbal como la gestual, nuestra salud mejora y se sanea todo nuestro entorno a la vez, como la economía. Surge la cooperación con otras personas, así como el respeto y la comprensión, abriendo nuestras puertas al “otro” seremos capaces de empatizar…y así el sentirte responsable de tu vida y con el gobierno sobre ella.
Pero cuando el estrés no puede controlarse, cuando nos sentimos sobrepasados por las responsabilidades, por el trabajo, por la prisa, cuando el mundo se percibe como una amenaza y los problemas se ven como insalvables dificultades, nos encontramos con el lado negativo del estrés: Distrés (Mal estrés).
b) Distrés o estrés negativo
Vuelven a gobernar tus órganos sobrecargados y tomas las decisiones en base a lo que te dictan y las emociones que vienen y no puedes controlar. Nos enfadamos y disgustamos, nos sentimos desarmonizados y desequilibrados porque nuestra energía se estanca o la consumimos demasiado rápido en las preocupaciones que realmente no existen, nos ataca la tristeza, el fracaso y la sensación de que todo lo que hacemos no es para nosotros sino que todo es una obligación y nos sentimos carentes de libertad. Como consecuencia perdemos las riendas de nuestra vida en algunos momentos y el tiempo se nos escapa de nuestras manos y asalta la culpabilidad y el conformismo en el plan “no puedo hacer nada”. Este malestar convertido en una gran bola podemos resumirlo como estrés del malo y dejamos de ponernos objetivos y nos abatimos esperando que sean los demás los que tomen las decisiones o lleven a cabo las acciones.
Uff, madre mía nada más que de escribirlo se me ha tensado el cuello.
Y qué podemos hacer para favorecer uno u otro ¿Eustrés o Distrés? Esa es la cuestión.
Este sencillo cuadro lo extraje de un estudio y viene a decir que:
FAVORECER EL “EUSTRÉS” Y LA VIDA SANA | FAVORECER EL DISTRÉS Y LA ENFERMEDAD |
Vida equilibrada | Vida agitada, sin ritmo |
Régimen alimenticio balanceado | Comidas copiosas, con exceso de calorías y grasas |
Combinación adecuada de alimentos (fruta, verdura, fibras, disminuir la carne y grasas de origen animal) | Consumo habitual de tabaco, alcohol y café |
Actividades rítmicas y períodos fijos | Exceso de medicamentos, aspirinas o productos farmacéuticos |
Ejercicio físico | Vida sedentaria |
Reír, diversiones y entretenimiento | Actividades cambiantes sin ritmo, arriesgadas |
Dormir unas 7-8 horas | Dormir poco o irregularmente |
Horas fijas para comida y descanso | No tener horas fijas para comer o descansar |
Pensamientos positivos auto estimulantes | Pensamientos autocríticos que persiguen constantemente |
Buena distribución del tiempo | Estar sometidos a tensiones y presiones |
Ambiente de trabajo positivo y sano | Distribución del tiempo descompensada o inadecuada |
Satisfacción laboral | Trabajo en ambiente tenso, crítico, amenazante. Insatisfacción laboral |
Relaciones interpersonales armoniosas | Relaciones interpersonales negativas |
Consecuencias del estrés en la salud:
Como para cada cuestión, también cada persona tiene una tolerancia determinada ante las situaciones estresantes. Tenemos nuestros mecanismos de adaptación o de defensa, pero cuando llegamos a una situación que se escapa de nuestras manos o una acumulación progresiva de acontecimientos, superamos lo que se llama el “umbral de estrés” y el organismo entra en un deterioro `progresivo y nos vamos agotando, baja nuestro sistema inmunológico y comenzamos a enfermar dando lugar al desequilibrio del que ya hemos hablado, dañando nuestro cuerpo y nuestra mente. Son muchos los pacientes que llegan a los psicólogos con cuadros de estrés y ansiedad, ya veremos sus diferencias. Y son muchos los pacientes que llegan a mis manos para un tratamiento con fines terapéuticos de Ayurveda.
Algunos de los efectos, que ya he contractado, pueden ser:
- Deprime el sistema inmunitario.
- Resfriados, infecciones…
- Acelera la función cardíaca.
- Altera los niveles hormonales.
- Aumenta los Clucocorticoides.
- Incrementa el colesterol en sangre.
- Aumenta la presión arterial.
- Eleva los niveles de Ácido úrico.
- Aumenta el riesgo de infarto.
- Envejecimiento prematuro.
- Inmuno deficiencia.
Y creo que me he quedado corta, hay más síntomas y efectos del estrés sobre nuestra salud holística y sobre nuestra mente bio.
Quería resaltar los más comunes y también transmitirte la idea de que realmente tanto la enfermedad como la cura están en nosotros, en cada persona. Pero es bueno también reconocer los momentos en los que necesitamos ayuda o atención de profesionales de la salud y acudir en su busca.
Recurre a la medicina natural como te he dicho anteriormente, aquí tienes otros artículos que te pueden ayudar, son sobre Chi Kung, respiración, yoga y verás cómo con estos pequeños consejos y constancia puedes llegar a cambiar tú así como tu el entorno. Y si necesitas algún complemento fitosanitario sin efectos adversos puedes recurrir a la Rhodiola Rosea, aunque siempre y previamente recomiendo que consultes con tu médico.