verano tardío

Extra, extra… se nos va el verano!! Pocos días son los que quedan ya para terminar el veranito, pero todavía no nos podemos despedir porque queda lo que llamamos el verano tardío, o popularmente conocido como “el veranillo de los membrillos” o “el veranillo de San Martín”, es el maravilloso paso de los últimos días de verano al inicio del otoño, donde todavía podemos aprovechar los últimos rayos fuertes del sol. Es además la preparación de cara al año de trabajo. La Naturaleza sigue estando completa, las cosechas siguen siendo abundantes y es el inicio de nuevos planes, con la motivación por las nubes.

El verano tardío es una período corto que se encarga de nuestra metamorfosis tanto externa como interna. El elemento tierra es el que rige esta «mini estación». En el sistema chino, nos encontramos alrededor de la tierra, rodeados, somos seres terrestres. Lo denominan también “doyo” que significa transición, por eso que este elemento se relaciona con todos los cambios de estación, que se producen cuatro veces al año-no solo es la transición verano-otoño-, durante dos o tres semanas en los dos equinoccios y los dos solsticios.

Durante los períodos de transición es recomendable estar centrado, en un estado de contacto con la tierra, para evitar desequilibrios y alteraciones.

¿Quieres saber más sobre el elemento tierra?

Es el elemento que nos da el poder de manifestación. Nos da la capacidad de formar pensamientos, ideas y opiniones. Un desequilibrio de este elemento puede llevarnos mentalmente a la obsesión, el acudir una y otra vez a determinadas ideas o problemas, si esto lo  controlamos, puede convertirse en tenacidad frente a la aceptación de ideas nuevas, puntos de vista o cambios en la vida.

Este tipo de pensamiento puede  tener un efecto adverso sobre los órganos digestivos, y producir indigestión y eructos, reflejo de un desequilibrio del elemento tierra.

Este elemento concede la capacidad de producir el sonido del canto, y quien al hablar tiene potente esta cualidad, puede tener un desequilibrio de la energía tierra.

Como este elemento se relaciona con la ingestión nutritiva, parece apropiado que el órgano de los sentidos sea la boca, el sentido asociado el gusto y el líquido corporal la saliva.

Podemos considerar a los labios el indicador de este elemento, para conocer la salud del elemento tierra. Si hay hinchazones, peladuras, grietas…puede existir un desequilibrio de este elemento.

La garganta también se encuentra bajo la influencia del elemento Tierra, al igual que todo lo que queda bajo la piel entre músculos, lo que en términos médicos se denomina tejido blando o subcutáneo.

Como ya hemos mencionado anteriormente el bazo y el estómago son los órganos corporales relacionados con el elemento tierra. En la medicina china el bazo es un órgano central y su desequilibrio puede afectar a todo el organismo. El bazo distribuye al cuerpo la energía obtenida de los alimentos y  gobierna la voluntad, la memoria y la capacidad de formarse opiniones; si funciona mal puede producirse una pérdida de la fuerza de voluntad y una tendencia a sentirse “estúpido”. Los problemas de bazo pueden ser  causa de pérdida de memoria o de preocupación.

El elemento tierra se relaciona con los ciclos de la Naturaleza y nuestro interior. En las mujeres gobierna sobre la menstruación, en cuestión de cantidad, afluencia, regularidad.

Los problemas de esterilidad se deben también a un desequilibrio del bazo.

La filosofía china tradicional nos enseña que el estómago es el receptor de la nutrición, y toma la energía de los alimentos para que la distribuya el bazo. El estómago sensible está relacionado con las cuestiones “estomacales” , es decir, con la capacidad de digerir o tolerar, no solo los alimentos también otros aspectos de la vida, como los pensamientos o sentimientos.

El modo en que nos nutrimos y somos capaces de recibir y dar amor y compasión es muy importante para la salud del elemento tierra: el estómago y el bazo.

Y ¿qué significa estar centrado? Anteriormente decíamos que hay que estar centrado para que no llegue el desequilibrio a nuestras vidas. Centrar es enraizar, estar en contacto con la tierra. Existimos como un medio entre el cielo y la tierra, entre el espíritu y la materia, de los que consistimos.

Estar centrados, tal y como leía en un manual de medicina china, tiene relación con el equilibrio del que somos conscientes en términos de energía yin y yang, conscientes de nuestras polaridades de izquierda y derecha, cielo y tierra, interior o exterior.

Así que ya sabes, ponte a disfrutar de los últimos rayos de sol y mientras tanto ve pensando en tus nuevos proyectos mientras cuidas tu estómago y bazo.

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