Este artículo es la continuación de «Técnicas de respiración de Yoga» que te recomendamos leer previamente. Y si ya lo has hecho, pues vamos al grano.
Antes de comenzar tus primeras prácticas, es importante estudiar las siguientes pautas y consejos que hay que mantener en los ejercicios respiratorios.
- Busca un lugar tranquilo, agradable, silencioso y con luz tenue. Siempre que puedas, practica al aire libre en plena naturaleza. Si lo haces en tu hogar, practica con la ventana abierta o en una habitación bien ventilada.
- Despréndete de las prendas u objetos que aprieten el vientre para no impedir su movimiento. Igualmente, quítate el calzado, el reloj o cualquier objeto o prenda que presione tu cuerpo.
- La posición ideal para comenzar es tumbado de espaldas sobre el suelo, en la postura conocida como savasana y que estudiarás a fondo más adelante. Puedes adoptarla con las piernas estiradas o, incluso mejor dobladas, que te aconsejo que reserves para tus prácticas.
- Igualmente podrías practicar sentado en una silla, en postura de meditación, sobre la cama o sobre un sofá cómodo, pero la ideal sigue siendo la anterior. Si lo precisas puedes apoyar la cabeza sobre una almohada, aunque es preferible con la nuca en el suelo. Lo importante es que te encuentres a gusto en el lugar y la postura que utilices.
- Procura no mover las aletas nasales, para que el aire entre directamente. Mantén el rostro siempre sereno y el cuerpo relajado. Cierra los ojos y coloca una mano sobre el abdomen y otra sobre el tórax. Esto te ayudará a observar mejor el movimiento respiratorio.
- No dejes que tu mente divague ni piense en ninguna otra cosa. Practica con plena concentración en el proceso respiratorio, sin esfuerzo, de forma lenta, rítmica, continua y silenciosa inspirando y espirando por la nariz, aunque al principio puedes espirar por la boca. Debes ser consciente, manteniendo la mente vigilante y atenta en lo que haces y sientes.
- Al principio, adapta las diferentes proporciones de los ejercicios respiratorios a tu comodidad. Gradualmente podrás ir aumentándolas en sus diferentes fases: inspiración-expiración-retención, de acuerdo a tu comodidad y sin ningún esfuerzo. Comienza siempre espirando.
- Antes de pasar a la respiración completa debes haber dominado la abdominal, así como sería importante que te familiarizaras igualmente con las respiraciones alta y media practicándolas individualmente.
- Del mismo modo, antes de pasar a los ejercicios de Pranayama, debes dominar la respiración completa perfectamente.
- Si padeces algún tipo de trastorno pulmonar o cardíaco, o experimentas algún malestar durante la práctica, abandónala, vuelve a realizar el ejercicio al día siguiente. Sé prudente y si lo crees conveniente acude a tu médico, no te esfuerces de más en los ejercicios.
- Cuando domines la respiración abdominal o la completa, pasa a practicarlos de pie y sentado, al ser las posiciones en las que más te mantienes en tu vida cotidiana y así permites mejor el fluir del Prana.
Esto es todo de momento, si tienes alguna sugerencia o algún otro consejo puedes dejarlo en los comentario y te estaremos muuuyyyy agradecid@s 😉